La factura de la luz

Ayer vivimos uno de los momentos más patéticos de lo que lleva el PP de mandato (y ya es decir).

Aunque estamos acostumbrados a que nos mientan sistemáticamente, asistimos a un espectáculo de desmentidos, caras de susto y descalificaciones extemporáneas por parte de los responsables del PP (especialmente de su Community Manager).

Tras oponerse a una más que justa petición de la cámara baja a que se estableciera una moratoria que impidiera cortar la luz a personas en riesgo de exclusión social en pleno invierno, la subida del 2% que impulsó el ministro Soria, sumada a la pantomima de «subasta» para establecer el precio del kW hicieron que el anuncio de una subida del 11% en el conjunto de la factura de la luz incendiara las redes sociales (y lo que no son las redes sociales, porque había que escuchar las conversaciones en el autobús).

Para más INRI, no tuvieron mejor idea que echar balones fuera.

La ineficacia de este gobierno es palmaria. La calidad humana de sus integrantes deficiente. La preparación y ecuanimidad de sus ministros, mínima. Y la población está muy cansada.

Como sociedad hemos aguantado en los últimos dos años todo tipo de atropello. Y mientras que el catalizador en el País Valenciano de una contestación más o menos coordinada ha sido el cierre de RTVV, parece que e España la factura de la luz puede ser la piedra de toque sobre la que se construya una alternativa seria al gobierno del PP.

Que ya toca.